miércoles, 12 de octubre de 2011

Me hice viento.

Un árbol me quiso abrazar, pero se dio cuenta que no tenia brazos. Él quería ser humano para poder tener brazos y no ramas, las ramas me lastimarían al tratar de abrazarme, estropearían mi piel.
No imagino lo que sentiría aquel árbol, al no poder brindarme su cariño. Por eso, un día cumplí su sueño, y le acariciaba sus ramas al igual que él a mí. Me hice viento.

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